Mario Marturet
En noviembre de 1964, la Palmira comenzó a sufrir el desalojo de todos sus habitantes, muchos de ellos con más de 30 años en el lugar. El autor recuerda el hecho, del que fue testigo, y relaciona aquella avanzada con el proceso de extranjerización de las tierras. Y reclama la creación de un “Instituto Técnico-Científico”. Además, destaca el aprendizaje de esa cruda experiencia.