La situación argentina sobre el uso de agrotóxicos y los organismos genéticamente modificados (OGM) en la agricultura y en el proceso productivo de alimentos es grave y requiere que el Estado adopte medidas urgentes para garantizar los derechos humanos a la salud, al agua potable, a la alimentación adecuada y al ambiente sano. La problemática que nos ocupa, refiere a la exposición directa de la población a las fumigaciones con agrotóxicos en las adyacencias de las viviendas y escuelas rurales, y a la exposición indirecta de toda la población a través del consumo de alimentos con residuos de agrotóxicos y derivados de OGM. El agronegocio modificó en los últimos 20 años, el eje de nuestra agricultura, pasando de producir alimentos a producir mercancías (reconocidas por su término en inglés: commodities), muy especialmente.