Andrés Arroyo Peláez
La política de mitigación y adaptación al cambio climático del Acuerdo de París del año 2015 permitió que los países de América Latina y el Caribe asuman compromisos voluntarios de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y que los mismos reconozcan la importancia de limitar el aumento de la temperatura global muy por debajo de los 2°C hasta finales de siglo. Esta situación significa que el gran impulso ambiental propuesto por CEPAL se centre en financiar inversiones para el sector de la energía relacionadas al acceso universal a la energía, la penetración de energías renovables, la implementación de prácticas de eficiencia energética y el acceso a tecnologías menos contaminantes para la producción de combustibles fósiles.