Leonardo Boff
Conocemos las formas clásicas de guerra, primero entre ejércitos y después de Hitler (con su totaler Krieg = guerra total) de pueblos contra pueblos. Se inventaron bombas nucleares tan potentes que pueden destruir toda la vida. Se dice que son armas de disuasión. No importa. Quien tenga primero la iniciativa gana la guerra, que duraría pocos minutos. La cuestión es que son tan letales que pueden matar a todos, incluso a los primeros que las lanzaron. Se volvieron armas de horror. Pero cuidado, la seguridad nunca es total y no es imposible que algunas de ellas exploten bajo la acción de hackers, poniendo en riesgo a gran parte de la humanidad.