La industria de la fracturación hidráulica (fracking) está en auge. También están en auge las compensaciones con dinero y adquisiciones de propiedad de personas que dicen que el fracking ha arruinado su agua, bajado los precios de sus casas y destruido su calidad de vida. Desde animales de granja muriendo de un día para otro hasta el bajo peso de niños recién nacidos, el fracking se está convirtiendo en sinónimo de daño, y el proceso es conocido como dañino para los ecosistemas, así como la salud animal y humana.