Robert G. Wallace
Los avicultores de todo el mundo, y las poblaciones a las que alimentan, se merecen algo mejor. Los productores están soportando los costes económicos de un modelo de producción que genera patógenos mortales para las aves de corral y potencialmente peligrosos para los seres humanos. La nueva investigación que muestra adaptaciones en los virus de la gripe aviar debe ser considerada para realizar cambios fundamentales en las políticas públicas.